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Era paisano de Francisco Pizarro, con quien llegó a Perú para trabajar como vigía y trompeta de los conquistadores. Lo nombraron por acuerdo del cabildo de Lima ante el escribano Pedro de Salinas
Por Ítalo Sifuentes Alemán

En 1539, el 10 de febrero, el cabildo de Lima otorgó a Pedro de Alconchel el negocio de abastecer de pescados y mariscos a Lima, otorgándole un solar para vender estos productos en la céntrica calle que pasó a denominarse Pescadería. Se convirtió en el primer europeo a cargo de trabajar en el suministro de pescado fresco, cocido y salado a la Ciudad de los Reyes, así como de vigilar el transporte y las ventas de este producto que, por el pago de tributos, debía generar ingresos a la caja de dicho cabildo.
Pedro de Alconchel llegó con Francisco Pizarro cumpliendo el papel de vigía y trompeta, es decir era la persona que, tocando ese instrumento, mantuvo informada a las huestes de los conquistadores de las acciones que debían tomar dentro y fuera de los campos de batalla. Alconchel es una población de Extremadura, tierra de este conquistador de Perú (que nació en Trujillo).
De acuerdo a los documentos históricos del cabildo de Lima, bajo la responsabilidad contractual de Pedro de Alconchel estaba el peso, transporte y abastecimiento de este producto que los indígenas peruanos se encargaban de sacar del mar, ríos y lagos.
Aquellos eran días en que el conquistador Diego de Almagro acababa de ser asesinado en Cusco (el 8 de julio de 1538), y Pizarro estaba en la plenitud de su cargo de gobernador de Perú (murió asesinado el 26 de junio de 1541).
A continuación, se comparte la transcripción de dicho acuerdo de Cabildo de Lima:
“En 10 de febrero de 1539: Se juntaron en su cabildo y ayuntamiento segundo que lo han de uso y de costumbre los magníficos señores de justicia y regidores de la dicha ciudad es a saber Francisco de Chave, teniente de gobernador y Domingo de la Presa y Francisco de Herrera, alcaldes ordinarios y el veedor García de Salcedo y Hernando Gonzales y Diego de Agüero, regidores, para entender y proveer en las cosas del servicio de dios nuestro Señor y de su majestad y bien de la república, lo que los dichos señores proveyeron y mandaron es lo siguiente en presencia de mí, Pedro de Salinas, escribano de sus majestades y de cabildo. Este día presentó una petición Pedro de Alconchel en que dice que en esta ciudad hay mucha falta de pescado por no haber quien lo venda y pese hasta ahora y que poniéndole un buen precio en ello, él se obligue a pesarlo y le señalen en lugar por donde lo pese, luego los dichos señores dijeron que le daban y dieron licencia para que pueda pesar y pese el dicho pescado en esta ciudad a dos tomines cada arrelde de pescado, y que si otras personas lo quisieren pesar que bajándolo se les dará licencia, para ello lo cual pueda pesar donde él quisiere”.
Más información en ADN PERÚ, el país de los cevicheros.