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Respecto al cacique Pedro Cimbrón, el abogado limeño José Baquíjano y Carrillo, Defensor de los Indios, hizo notar que motivos de encono «han tenido los sujetos que, por odio y venganza, promueven su persecución«
Investigación Ítalo Sifuentes Alemán
En Chancay, el cacique Pedro Cimbrón fue salvado, en 1781, de las acusaciones del cruel visitador Areche, el mismo que en Cusco había torturado a Túpac Amaru II. Pedro Cimbrón, cacique del rico repartimiento de Checras, en las alturas de Chancay, tuvo en 1781 como abogado defensor a José Baquíjano y Carrillo, quien, además de miembro de la “Real Audiencia de Lima”, ocupaba el cargo de “Protector de Indios” y enseñaba la cátedra de derecho, y era un especialista en leyes mercantiles.
El cacique Cimbrón estaba acusado de generar alborotos sociales y de promover que los lugareños dejaran de pagar tributos a la “Caja Real de Lima”, tal como lo obligaba la administración de Agustín de Jáuregui, virrey del Perú de 1780 a 1784. En las tierras de Checras, que actualmente pertenecen a la provincia de Huaura, sus habitantes trabajaban bajo el explotador sistema de la mita. Criaban ganado y sembraban papas con los que se abastecía a Lima y otros lugares cercanos. Su valle era cultivado desde tiempos prehispánicos. En el siglo XVI, en las cercanías del pueblo de Checras, los españoles habían construido una iglesia principal.
Gran autoridad al norte de Lima
Pedro Cimbrón, de gran autoridad entre los indígenas del norte de Lima, fue contemporáneo a José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, quien en 1780 organizó y llevó a cabo, en gran parte del sur andino peruano, la gran rebelión contra el Imperio español. Fue torturado, desmembrado y decapitado en Cusco el 18 de mayo de 1781, por intervención del visitador José Antonio Areche, quien para sofocar la insurrección hizo gala de las mayores crueldades.
Casi cinco meses después de los sucesos en el Cusco, apareció en Lima el visitador Areche, conocido por los abusos contra los indígenas. Fue el 5 de octubre de 1781, fecha en que decidió, arbitrariamente, privar a Pedro Cimbrón de su cacicazgo y de su empleo como gobernador del estratégico repartimiento de Checras, ubicado a 3743 metros sobre el nivel del mar, en Chancay, al norte de la capital del virreinato.
Areche, visitador al virreinato del Perú de 1777 a 1785, llegó a Lima en 1776. Aparte de las crueles maneras que utilizó para eliminar a los adversarios de la corte española, subió los impuestos y creó otros de manera arbitraria, generando en los caciques, mestizos y criollos disconformidad y rechazo a las autoridades virreinales. La sentencia de Areche contra el cacique Cimbrón fue notificada, en noviembre de 1781, al abogado Francisco Moreno, “fiscal de esta Real Audiencia y Protector General de los naturales” quien, para entonces, había reemplazado en el cargo a Baquíjano y Carrillo, el defensor legal que no solo libró de las acusaciones españolas realizadas contra dicha autoridad de Checras, sino que consiguió que lo repongan en su cargo de cacique. La copia de este documento se encuentra en el “Archivo General de Indias”.
El escrito de Baquíjano y Carrillo, con la defensa al cacique Cimbrón, está fechado en Lima el 15 de mayo de 1781, documento a través del cual este abogado pidió resolver el caso “con equidad que encargan las leyes y que exige la falta de dolo y malicia que se hace bien perceptible en el reo y que, al mismo tiempo, ordene se borren y testen las desacatadas expresiones que se vierten en el informe”.
Areche, actuó como juez y parte
Baquíjano y Carrillo, convencido de sus sólidos argumentos de defensa, en relación al comportamiento del calumnioso Areche, refirió: “El corregidor que ha sido el juez, manifiesta en sus mismos informes, que ha inclinado mucho el fiel de la balanza, que debía mantener en equilibrio, hacia la ruina del enunciado cacique, a la que propende con demasiado ardor como lo indican suficientemente sus mismas expresiones…”.
Este abogado limeño, refiriéndose a Areche, hizo notar en el litigio “los motivos de encono que han tenido los sujetos que, por odio y venganza, promueven su persecución” de este cacique, quien quedó libre de cargos y sorteó la suerte que corrió Túpac Amaru II. Su inocencia quedó demostrada. Baquíjano y Carrillo nació en marzo de 1751, y durante el juicio contaba con treinta años de edad. Murió en 1817, cuatro años antes de la proclamación de la independencia peruana (28 de julio de 1821). Es considerado uno de los grandes patriotas del Perú.