San Martín agradeció a Ramón Castilla por decretar el pago de los trece años de pensión que Perú le adeudaba

El 13 de mayo de 1849, a través de una carta, el presidente del Perú comunicó al Libertador la emisión de un decreto disponiendo la cancelación de esa deuda. El 15 de julio de ese año, desde Francia, el libertador argentino respondió:

“Doy a usted infinitas gracias por el decreto que ha tenido a bien dar a mi favor, por la liquidación de mi pensión desde 1º de enero de 1832 hasta fin de diciembre de 1845”

“No dudo que mi apoderado practicará las demás diligencias de justificación a que se refiere el citado decreto”

En su carta, San Martín informó a Ramón Castilla la situación política que ese año se vivía en Europa, particularmente en Alemania, Italia y Francia.

A continuación, se comparte la transcripción de la carta para quienes desean conocer un poco más la historia del Perú:

“Excmo. Sr. General Don Ramón Castilla. Boulogne, Sur Mer, 15 de julio de 1849.

Mi respetable General y amigo: La muy apreciable de Usted de 13 de mayo próximo pasado la he recibido y tengo la satisfacción de contestarla. Ya había visto por los papeles públicos la tentativa revolucionaria que U. me anuncia, es decir, volver a sepultar al Perú en el cúmulo de males que por más de veinte años ha sufrido. Felicito a U. por la feliz terminación de este grave incidente con tanto más motivo, cuanto se ha realizado sin la menor efusión de sangre.

Doy a usted infinitas gracias por el decreto que U. ha tenido a bien dar a mi favor, por la liquidación de mi pensión desde 1º de enero de 1832 hasta fin de diciembre de 1845. No dudo que mi apoderado practicará las demás diligencias de justificación a que se refiere el citado decreto.

Aguardo la comunicación que U. me anuncia por el próximo paquete, relativa al estandarte de Pizarro y expediente de Santa Rosa de Lima. Creo haber prevenido los deseos que supongo en U., y cuando conteste á la dicha comunicación, le remitiré copia legalizada de los documentos que justifican el modo como este estandarte vino a mi posesión. Por lo respectivo al expediente de Santa Rosa de Lima, ignoro absolutamente, todo lo relativo a este particular.

En el trascurso de más de mes y medio, el aspecto de la Europa ha cambiado de un modo inesperado. Las revoluciones alarmantes de Sajonia, Gran-Ducado de Baden y el Palatinado, han sido dominadas por la fuerza de las armas. Estos sucesos han adquirido a los gobiernos de Alemania un ascendiente moral y efectivo, encontrando un sólido apoyo entre los hombres de orden, y contra la propaganda de los anarquistas.

La Italia igualmente sumisa toda ella por la toma de la Capital de la Cristiandad, último punto en que se habían reunido los principales demagogos de la Europa, presenta un porvenir tranquilo.

La Francia con el golpe que los socialistas y demás partidos extremos han sufrido el 13 del pasado, presenta en el día más garantías de tranquilidad, sin que por esto pueda asegurarse la permanencia de ésta por largo tiempo, visto el carácter inquieto de esta nación, y los diferentes partidos que la trabajan.

Mis deseos en favor de U. son siempre los mismos, es decir, el que concluya el período de su agitado mando, dejando a su sucesor el Perú próspero y feliz: con estos sentimientos se repite de U. su reconocido amigo. José de San Martín”.