Baile y complot para matar a José de San Martín. Intrigas en Lima tras la independencia

En la Gaceta del Gobierno Legítimo del Perú, publicación editada en Cusco por José de la Serna, se informó que el conde de Monteblanco, Fernando Carrillo Albornoz y Bravo de Lagunas, planeó quitar la vida al libertador argentino durante una fiesta en Lima. El conde, nacido en Chincha, estaba casado con Petronila de Zavala y Bravo de Rivero, hija de los marqueses de Valle Umbroso. Ella advirtió del atentado, y José de San Martín pudo salvar la vida. Esta es la información que se difundió el 8 de febrero de 1822, siete meses después de proclamada la independencia nacional

Por Ítalo Sifuentes Alemán

Este hecho tuvo tal repercusión que, el 8 de febrero de 1822, fue la noticia difundida en la Gaceta del Gobierno Legítimo del Perú, publicación editada en Cusco por José de la Serna, quien, ante la llegada del libertador José de San Martín, se trasladó de Lima se trasladó a esa región. Este último representante de la corona española, salió de la capital peruana en julio de 1821 llevándose una imprenta en la cual publicó dicho periódico cusqueño, posteriormente El Depositario.

Esta es la noticia del 8 de febrero de 1822:

“Un vecino de Huamanga recién venido de Lima ha declarado en forma que el conde de Monteblanco y otros dos caballeros convidaron a San Martín y su plana mayor para un baile con ánimo de asesinarlos. Dispuesta la función en una sala grande con comunicación a una alcoba cuya puerta habían desfigurado, tenían escondidos cien hombres de armas para verificar el designio; pero la mujer de Monteblanco se lo rebeló a San Martín, el cual asistió al convite con este aviso, y antes de empezar el sarao cercó la casa, y encontrando oculta en ella la gente armada, hizo fusilar a Monteblanco, y demás cabezas, y diezmar a los cien hombres”.

             El conde de Monteblanco es Fernando Carrillo Albornoz y Bravo de Lagunas. Nació en Chincha en 1769 y, 40 años después, elegido alcalde de esta localidad donde su familia materna le había heredado la hacienda San José. Se casó en 1804 con Petronila de Zavala y Bravo de Rivero, hija de los marqueses de Valle Umbroso.

           De 1809 a 1821, Fernando Carrillo Albornoz y Bravo de Lagunas estuvo dedicado a sus labores de hacendado hasta que, en 1821, fue uno de los nobles que firmó el acta de la independencia nacional. Era un hombre poderoso, ostentaba los títulos conde de Montemar, conde de Monteblanco, del señorío del Castillo de Mirabel, así como el cargo de regidor perpetuo del ayuntamiento de Chincha.

De acuerdo a lo publicado el 8 de febrero de 1822 en dicho periódico, fue el conde de Monteblanco el que planeó el asesinato de San Martín, quien, advertido por Petronila de Zavala y Bravo de Rivero, logró salvar la vida al anticiparse a dicho conde, haciéndolo fusilar al igual que a otros conspiradores.

No obstante, en la biografía de este conde se asegura que no murió en 1822, sino que ese año se exilió en España, donde obtuvo otros títulos como caballero de San Hermenegildo y caballero de Montesa. ¿San Martín lo mandó fusilar y no se cumplió su orden? ¿El conde de Monteblanco logró escapar del Perú? ¿Fue premiado por la monarquía con otros títulos nobiliarios?