«Derribado pero sobre el enemigo», 84 aniversario de la inmolación de José Abelardo Quiñones Gonzales

«El 22 de julio de 1941, tropas enemigas atacaron territorio peruano y al día siguiente, 23 de julio, la aviación peruana bombardea Chacras y Quebrada Seca, donde estaba ubicada la mayor parte de la artillería enemiga. Ese día, el bombardeo a Quebradas Seca lo asume la 41° Escuadrilla integrada por el teniente comandante Alberti, los tenientes Paraud y Quiñones y el alférez Rivera. En el fragor del ataque, los pilotos Quiñones y Manuel Rivera realizan una riesgosa maniobra a 300 metros del objetivo por lo que Quiñones es alcanzado por una ráfaga de fuego.

La aeronave del aviador peruano, un NA-50, es envuelta en llamas, pero él, con mano firme, hace honor a su lema: ‘Derribado pero sobre el enemigo’.

Al teniente FAP José Quiñones, de 27 años, su acto heroico, le arrebata la vida, pero lo lleva alcanzar la gloria eterna.

El 18 de octubre de 1942 el ejército ecuatoriano entregó los restos mortales del héroe al consul peruano en Guayaquil. Estos fueron sepultados en Chiclayo. En 1961 fueron exhumados y trasladados a Lima donde el 22 de setiembre de ese año fueron enterrados en el mausoleo construido en la Plaza de Armas de la Base Aérea Las Palmas.

José Quiñones, el 20 de marzo de 1935, ingresó a la Escuela Central de Aviación Jorge Chávez y egresó el 21 de enero de 1939, integrando la promoción Comandante CAP José Raguz. El cadete José Quiñones se destacó por su innata habilidad para el vuelo. Logró volar solo, tras cuatro horas 40 minutos de entrenamiento inicial de doble mando. El 20 de enero de 1936, con 30 horas 23 minutos de vuelo y 275 aterrizajes, obtuvo su ansiado brevete internacional de vuelo».

Fuente: Boletín CAP FAP José Quiñones, símbolo de nuestra juventud. Valor e inspiración. Conmemorando los 109 años del natalicio de nuestro Héroe Nacional.