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Del 24 de noviembre de 1815 al 15 de febrero de 1816 estuvo en el Perú el barco Suvorov, al mando del almirante Mijaíl Lázarev, quien, junto a los tripulantes de su nave, fueron los primeros rusos en visitar oficialmente el territorio peruano, más de cinco años antes de la independencia peruana. Unos 210 años pasaron desde entonces
Se comparte acá la transcripción de ese viaje, así como una imagen del manuscrito redactado en ruso. Su lectura permite conocer cómo era visto el Perú en esa época
Por Ítalo Sifuentes Alemán
El almirante y explorador ruso Mijaíl Lázarev estuvo en la Antártida en 1820, pero mucho antes, entre 1813 y 1816, realizó un viaje alrededor del mundo, pasando, obviamente, por el territorio peruano. Uno de los miembros de su tripulación, Semyon Unkovsky, describió en su memoria de ese viaje los pormenores en una obra titulada Notas del marinero. 1803-1819. Editorial Sabashnikovs (páginas 148-159).Es un informe en el que se relata el viaje alrededor del mundo a bordo del Suvorov, barco conducido porMijaíl Lázarev, que tenía 27 años de edad.
Se trata de los primeros rusos que llegaron al virreinato del Perú, unos seis años antes de la independencia española. Estuvieron en Lima y Callao, desde noviembre de 1815. En dicha memoria relatan que bebieron chicha y que el 12 de febrero de 1816, unos tres días antes de levantar anclas, compraron 10 camélidos “para llevarlos a Rusia y dejar en la finca de alguien de nosotros para realizar experimentos de aclimatación.Pagamos 500 táleros por todos ellos”, manifestó Semyon Unkovsky en su memoria.
Tal como menciona la embajada rusa en Perú, “Mijaíl Lázarev estaba destinado a ser pionero en las relaciones ruso-peruanas: el 24 de noviembre de 1815 se hizo el primer ruso en visitar Perú. Se preservó hasta hoy la memoria de aquel viaje gracias al diario de uno de sus integrantes, Semyon Unkovsky”. Es esta sede diplomática en Lima la que, en su web, presenta la traducción al español del informe de ese viaje del que, en el 2025, se cumplen 210 años.
A continuación, se comparte la transcripción de dicho informe, en el que se aprecia, según los testimonios de estos marinos rusos, cómo era el Perú hace más de dos siglos:
“1815, 24 de noviembre. Llega al Perú el barco Suvorov, a cargo del almirante y explorador Mijaíl Lázarev. Entre su tripulación se encuentran los marineros rusos Semyon Unkovsky y Stepan Khromov, quien, enfermo de tisis, murió en Perú el 20 de enero de 1816.
“1815, diciembre. Ni bien el sol empieza a tocar el horizonte, en ese momento toda la población hablante se calla, y todo el mundo católico de Lima con reverencia y una oración silenciosa en sus labios, está despidiéndose de esta magnífica luminaria saludándolade la misma manera que al amanecer. Esto los europeos y los criollos españoles se lo copiaron a los antiguos habitantes de este país: los peruanos, admiradores del sol. Muchas veces visitamos las viviendas de esta bondadosa gente, que nos recibieron en sus chozas a la sombra de ramas de árboles de manera triste pero bondadosa. Bebí el kvas de ellos, hecho de arroz o maíz, con un sabor muy similar al de nuestro ruso.
Una sociedad completamente diferente aparece durante los paseos nocturnos, todas las damas con sus atuendos blancos livianos, elegantemente vestidas, con sus dignos caballeros caminan hasta las 11 de la noche o más tarde y luego regresan a casa y terminan la velada en conversaciones, cantando con acompañamiento de algún habilidoso guitarrista. En estas tardes me encontraba a veces hasta las 2 de la madrugada, muy agradable.
La población de la ciudad de Lima durante nuestra estadía se estimó en hasta 80.000 habitantes, hombres y mujeres, mulatos mezclados con europeos y una parte de negros.Además de las iglesias parroquiales, hay 4 enormes monasterios de hombres.
Nos dijeron que, durante terremotos fuertes, los campanarios de las iglesias se mecen como árboles por un fuerte viento.Los terremotos leves se repiten en las cercanías de Lima casi todos los meses.Durante nuestra estancia fueron dos.Una vez estaba caminando por la calle a las 6 de la tarde y de repente sentí que la tierra temblaba bajo mis pies. En el mismo instante, todos los habitantes salieron corriendo de sus casas, se arrodillaron y rezaron.Esta fue la única razón por la que me di cuenta de que había un terremoto. Es así como los habitantes siempre hacen esto a la menor vibración de la tierra, temiendo que no se repita el terremoto más fuerte, similar al que ya habían experimentado sus antepasados. Durante nuestra estadía en Lima, el poder real en la colonia ya era muy débil, y en todas partes había sociedades criollas y mulatas que se oponían al gobierno real. Pero en Lima aún reinaba la calma,aunque se notaba mucho una inquietud en la población.
1816, enero, día 9. Llegó la noticia de que un escuadrón de insurgentes bajo el mando del inglés Brown, compuesto por tres barcos armados, se dirige a Callao y que pretenden atacar a los buques mercantes que se encuentran en la rada.El comandante ordenó que se hicieran frecuentes chequeos durante la noche y que todos los barcos anclados se prepararan para la defensa.A nadie se le permitió salir de los mismos.
1816, enero, día 12. Al amanecer, un destacamento de barcos insurgentes levó anclas y maniobró hasta la rada.Nos ordenaron alejarse de la fortaleza para evitar los disparos desde la misma. Al mismo tiempo,cambiamos de fondeadero y nos quedamos anclados a 5 brazas de profundidad, más cerca de la fortaleza.
1816, enero, día 18. El escuadrón de insurgentes se hizo a la mar,pero las autoridades portuarias tomaron mayores precauciones, esa noche se asignó la contraseña: Rusia.
1816, enero, día 20. Nuestro marinero enfermo Stepan Khromov murió, había sufrido durante mucho tiempo de tisis.Fue uno de nuestros mejores marineros,respetado por sus compañeros y amado por nosotros por su excelente comportamiento y fiel cumplimiento de su deber. Al tercer día, su cuerpo fue enterrado en el suelo, en la parroquia La Santa Madre de Dios. Para el funeral se invitó a 7 clérigos y con debida solemnidad, según la ceremonia católica, el féretro del difunto fue llevado por sus compañeros marineros, y marchamos en nuestro uniforme con velas detrás del féretro cubierto con nuestra bandera nacional.Los españoles estaban asombrados por esta ceremonia fúnebre,y todos los que nos veían oraron por el difunto,tal como lo harían por sus hermanos en la fe.Después del entierro, los clérigos que acompañaban al difunto Khromov fue invitado a cenar en el barco.Todos estaban asombrados de que los oficiales rusos concedieran tal honor a su marinero ordinario fallecido.Y cuando recibieron 28 táleros por su servicio,dijeron que una donación tan generosa por el entierro de una persona común nunca se borraría de su memoria.
1816, febrero, día 12. Nos trajeron en el barco 8 llamas, 1 alpaca y 1 vicuña de la Cordillera. Nos compramos estos animales, que nunca se han exportado de América, para llevarlos a Rusia y dejar en la finca de alguien de nosotros para realizar experimentos de aclimatación.Pagamos 500 táleros por todos ellos.Después de esta última carga,levantamos la barcaza y estaban completamente preparados para levar anclas.
1816, febrero, día 15. A las 5 de la tarde levamos anclas,saludamos con 9 disparos y recibimos una respuesta de despedida con igual número de disparos desde la fortaleza de San Ángel.Salimos de la hospitalaria ciudad peruana,donde pasamos tantos días verdaderamente alegres, que nunca olvidaríamos en nuestras vidas.Son difíciles las travesías de un marinero.¡Adios, el glorioso país del Perú y su hermosa capital Lima con su hospitalaria gente!”.