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El autor de Tradiciones Peruanas también refirió que: “Los naturales, no alcanzando a pronunciar bien el mizmiz de los castellanos, los llamaron michitus”
Palma también indicó que fue el soldado español Montenegro el que «había traído gatos en 1537»
Por Ítalo Sifuentes Alemán
‘Una excomunión famosa’ es uno de los escritos casi desapercibidos del gran Ricardo Palma. Se encuentra en su clásica Tradiciones Peruanas, obra de culto para sus seguidores en la que consignó la más remota presencia de los primeros gatos que los conquistadores españoles trajeron al territorio peruano, cuya extensión, como se sabe, era toda Sudamérica, salvo las costas atlánticas bajo dominio de Portugal. En el siglo XVI, los extranjeros sabían que estaban en el reino del Perú cuando transitaban de Pasto (Colombia) hasta la Patagonia (Chile y Argentina), o viceversa, previa escala por Lima, la capital del virreinato más poderoso de este lado del mundo.
Refiriéndose a sucesos ocurridos apenas dos años después de la fundación de Lima, es decir, posteriores al 18 de enero de 1535, Ricardo Palma lo informa así en su escrito titulado Una excomunión famosa:
“Garcilaso, Zárate, Gomara y muchos historiadores y cronistas dicen que fue por entonces cuando doña María de Escobar, esposa del conquistador Diego de Chávez, trajo de España medio almud de trigo que repartió a razón de veinte o treinta granos entre varios vecinos. De las primeras cosechas se enviaron algunas fanegas a Chile y otros pueblos de la América. Casi con la del trigo coincidió la introducción de los pericotes o ratones en un navío que por el estrecho de Magallanes vino al Callao. Los indios dieron a esta plaga de dañinos inmigrantes el nombre de hucuchas, que significa salidos del mar. Afortunadamente el español Montenegro había traído gatos en 1537, y es fama que don Diego de Almagro le compró uno en seiscientos pesos. Los naturales, no alcanzando a pronunciar bien el mizmiz de los castellanos, los llamaron michitus”.
