Address
304 North Cardinal
St. Dorchester Center, MA 02124
Work Hours
Monday to Friday: 7AM - 7PM
Weekend: 10AM - 5PM
Address
304 North Cardinal
St. Dorchester Center, MA 02124
Work Hours
Monday to Friday: 7AM - 7PM
Weekend: 10AM - 5PM

«Las personas parecieran culpadas para que semejante exceso tenga el castigo que conviene, y de lo que resulte me daréis aviso. Zaragoza 30 de julio de 1646, yo el rey”
Por Ítalo Sifuentes Alemán
Con fecha 16 de julio de 1645, el rey Felipe IV recibió la reveladora carta que, desde la Ciudad de los Reyes, le había enviado el preocupado arzobispo de Lima, Pedro de Villagómez, quien de puño y letra informó que había hecho poner en prisión al presbítero Antonio Timoteo de Salvatierra, llegado de México con una supuesto permiso real autorizándole a trabajar en la catedral de Lima. Dicho monarca, desde Zaragoza, respondió la misiva el 30 de julio de 1646, manifestando que:
“Decís que habiendo tenido noticia que el doctor don Antonio Timoteo de Salvatierra, presbítero, había ido a esa ciudad de Lima con cierta provisión supuesta de racionero de la iglesia Metropolitana de México, diste orden a vuestro provisor para que la recogiese y examinase y habiéndolo hecho por todas partes aparecía sospechosa”.
“Estando en este tema se os hizo notorio una cédula mía del 9 de julio de 1644 dirigida al fiscal de mi Audiencia Real en la Ciudad de Lima, en razón de no haberse despachado semejante presentación”.
“Por querella del fiscal eclesiástico se procedió contra el dicho don Antonio Timoteo y despachó mandamiento de prisión… Por haber articulado en su confesión que le había entregado un pliego en que iba la dicha provisión diciendo se la había remitido Matías Paz, su agente”.
“Visto por lo de mi Real Consejo de Indias, me ha parecido y encargo a usted que hagáis todas las diligencias que están empezadas ya de suerte que se averigüe lo que ha pasado en razón de la dicha provisión y las personas que según ellas parecieran culpadas para que semejante exceso tenga el castigo que conviene, y de lo que resulte me daréis aviso. Zaragoza 30 de julio de 1646 yo, el rey Felipe IV”.
