Vendiendo esperma y grasa de ballena 216 millones ganaron cazadores de Inglaterra y EEUU durante 25 años en Perú: el negocio de las velas y aceites

La esperma es la grasa blanquecina que, abundantemente, se encuentra en el cráneo y en otras partes del cuerpo de este cetáceo. En 1790, España había otorgado permiso a Inglaterra para la pesca de ballenas en los mares del sur. El negocio de la esperma residía en su utilidad para la elaboración de cera para velas, las cuales se destinaban para alumbrar las embarcaciones, así como las casas y calles de las principales ciudades del mundo

Por Ítalo Sifuentes Alemán

Mostrando una vela de esperma de ballena, el científico y médico Hipólito Unanue intentó convencer al rey español Fernando VII que la pesca y comercialización de los productos de este cetáceo, abundante en el mar peruano, era la gran solución para incrementar los recursos fiscales de la corona. También para dar trabajo a emprendedores peruanos interesados en este negocio, monopolizado por los balleneros ingleses y estadounidenses, los cuales explotaban las costas del virreinato. Logró convencer al rey, quien emitió una ley para estimular la inversión en esta lucrativa industria.

La vela de esperma se la envió Unanue al virrey en un cajoncito, acompañada de una carta escrita por él con tres documentos adjuntos, con igual número de reportes elaborados en Lima que explicaban la situación por, precisamente, funcionarios y empresarios esperanzados en lograr, para el Perú, toda la ayuda posible de la monarquía para poder competir con los balleneros extranjeros.

En 1790, España había otorgado permiso a Inglaterra para la pesca de ballenas en los mares del sur. El negocio de la esperma residía en su utilidad para la elaboración de cera para velas, las cuales se destinaban para alumbrar las embarcaciones, así como las casas y calles de las principales ciudades del mundo. La esperma es la grasa blanquecina que, abundantemente, se encuentra en el cráneo y en otras partes del cuerpo de este cetáceo.

La carta de Unanue fue enviada el 15 de octubre de 1814 al “Consejo de Indias”, órgano de asesoría para el rey español en cuanto a temas de la administración de los virreinatos. Los tres documentos procedían del “Real Tribunal Consulado de Lima”, institución a la que empresarios y comerciantes agremiados expusieron sus reclamos de justa competencia para que sean atendidos por las autoridades monárquicas.

La carta con el informe de Unanue se encuentra en el “Archivo General de Indias” y forma parte de su biografía.

Esta y otras informaciones se encuentran en Historias ocultas, libro de investigación histórica con más de 200 hechos documentados.